Mis comienzos en esto de la música fue casi de casualidad. Cuando tenía ocho años vinieron por el colegio ofreciendo talleres municipales por las tardes y, entre otros, había uno de guitarra. Como encima del armario de mi habitación había una guitarra que mi padre había comprado durante la mili y que no llegó a usar, pues pensé en ir a los talleres. Y de ahí hasta hoy.
Ahí empezó mi aprendizaje, en un gimnasio del colegio con pocos recursos. Al poco tiempo me cambié de colegio y ahí se comenzó a rehacer la Banda de Música de Roquetas. También me animé, tocando el trombón. Este fue un punto de inflexión muy importante porque tuve la suerte de hacer amistad con un grupo de niños con los que yo iba a jugar y, de paso, aprendíamos música y hacíamos los primeros conciertos, pasacalles y certámenes. Así, sin darnos cuenta, fuimos formándonos mientras lo pasábamos bien. Con el tiempo me he dado cuenta lo importante que fueron aquellos años en mi formación como músico.
A raíz de estas tardes de banda de música y extraescolares de guitarra, nos animamos a dar el salto al Conservatorio de Almería. Mi madre, que siempre me apoyó en todo esto, me llevaba varias tardes a la semana a Almería para que recibiera mis clases en un autobús horroroso y me esperaba allí con la merienda… ¡¡gracias Mamá!!
Así llegó la adolescencia. Ya iba solo a Almería y comenzaron los primeros proyectos musicales, las primeras bandas y formaciones fuera de lo académico. Clásico y Jazz. Recibí el segundo premio en el VI Encuentro de Jóvenes Músicos. Paralelamente, con mi grupo de amigos, comenzamos con nuestras primeras formaciones de jazz: Deep South Jazz Band. En esos tiempos hicimos nuestros propios arreglos y producciones, tocamos en festivales como Almeriblues, pasacalles junto a la Duda Teatro… y todo creado por nosotros mismos cuando apenas llegábamos a la mayoría de edad.
Aquí surgió la posibilidad de dar mis primeras clases como profesor de guitarra, pero también comencé a coquetear con otros estilos gracias a tocar en Rebalaje Band y La Grillada, con quienes estuvimos recorriendo escenarios de toda la provincia hasta llegar a mi primer gran festival, el Espantapitas.
Después de obtener el Título Profesional de Música en la especialidad de Guitarra Clásica, y tras una etapa universitaria en Granada, decidí mudarme a Pamplona (Navarra). ¿Para qué? Para hacer lo que llevaba tiempo queriendo, cursar el Grado Superior de Música en la especialidad de Guitarra Eléctrica Jazz. Lo hice en el Conservatorio Superior de Música de Navarra. Menuda suerte tuve en esos años por coincidir con semejantes músicos, tanto profesores como compañeros.
Esta fue la etapa de mayor crecimiento profesional y la más intensa de mi vida. Mientras estudiaba algo tan exigente como el Título Superior, fui profesor en la Escuela de Música Sebastián Albero de Pamplona. Me pasaba el día, literal, con una guitarra en la mano.
Participé en muchas actuaciones ligadas al Conservatorio Superior: conciertos por la región, en el Festival de Jazzfermín, el Festival de Jazz en la Calle, jam sessions… Pero también estuve involucrado en varios proyectos musicales que me hicieron crecer muchísimo: el grupo de fusión La Sra Nora, el grupo de música brasileña Sombahia o el dúo (guitarra y voz) Puri Santamaría & Ángel Peñalver. Culturalmente hablando, el norte de España es una pasada y en todo este tiempo pude comprobarlo.
Durante esta época empecé a interesarme por otros instrumentos de cuerda como el lap steel, el pedal steel o el weissenborn. Así empecé a trabajar la técnica de slide guitar que más adelante aprovecharía de forma profesional.
Llegó el momento de finalizar mis estudios superiores. Realicé el concierto Final de Carrera con mi propio proyecto, Ángel Peñalver Quartet. Me sirvió de excusas para hacer varios conciertos por la zona norte de España y para terminar mi estudios con Sobresaliente.
Con el Título Superior de Música en la mano, decidí volver a mi tierra, Almería, para desarrollar mi carrera profesional y poner en marcha todo lo que había aprendido en el norte. Recién llegado comencé a dar clases de guitarra, lenguaje musical y combos en varias escuelas de música: Center Music Management, Escuela Municipal de Almería (EMMA) o Amadeus. Mientras tanto, fui estudiando el Grado de Maestro en Educación Primaria (por la universidad UNIR) con la especialidad de música.
Otra vez con mis amigos de toda la vida, formamos la Old South Brass Band, un proyecto con el publicaríamos dos discos que nos llevaron a tocar por varios festivales y ciudades de Andalucía. Uno de los proyectos más bonitos en los que he participado y de los que más orgulloso me siento. Por el resultado, pero también por compartirlo con la gente con la que crecí.
Comencé por esta época a trabajar en el proyecto del cantautor roquetero JJ Fuentes. Con él recorrí muchos escenarios y realizamos varias grabaciones. Esta relación me llevó a realizar mi primera producción de un álbum largo, Corazón de Fuego y Miel. Hasta ese momento había participado en muchas grabaciones y producciones pero era la primera vez que me ponía al mando.
La relación con músicos de Almería continuaría y así me incorporo al proyecto En Clave de Soul, liderado por Juanma Linde y Luz Negrillo, con quien grabo otro disco y realizo actuaciones en diversas ciudades de Andalucía. Con Luz, además, formaremos un dúo de voz y guitarra muy íntimo. Esta formación me encanta, me pone a prueba el tener que llevar toda esa responsabilidad y hacer que la voz brille.
Paralelo a todo esto, termino el Grado de Maestro en Educación Primaria con la especialidad de música y así comienza mi etapa docente en la escuela Primaria. Decidí dirigir mi labor como profesor de música a esta etapa educativa, pensando que ahí deberíamos trabajar más profesionales de la música. Me incorporo entonces al Colegio San Francisco de Almería. Mi labor no es crear grandes intérpretes, no. Es que valoren la creación artística como se merece, que conozcan lo complicado que es tocar y publicar música, crear unas bases de consumo musical responsable y de futuro…
Y por último, llega Lepanto. Manu Carmona contacta conmigo para pedirme que me incorpore a su proyecto, en el que llevaba tiempo grabando y que quería echar a rodar. No lo dudé porque su música me atrapó. Esta relación se mantiene hasta ahora y me ha llevado a tocar por toda España y a publicar varios discos.